El arbol de la cruz

“No hay dudas posibles. El árbol de la cruz no es solamente el último texto significativo que conocemos de M. A. Asturias, en el sentido cronológico de la palabra, sino el texto que efectivamente concluye y despide al escritor, no tanto del lector (que no es el destinatario real de estos 116 folios manuscritos), sino de la vida, de su vida y de sus recurrentes y tergiversadas obsesiones, aceptadas aquí en un canto final de resignación / beatitud prenatal”. (Amos Segala)